martes, 22 de enero de 2013





.."La tripulación se aprestaba a la maniobra, y una espesa columna de humo gris se elevaba de la chimenea 
hacia la luz menguante del firmamento. Apoye los brazos en la pasarela y mire hacia la lejana curva de tierra. Las olas, en sus infinitos cambios, modificaban y corregían la luz en mil y un tonos y grados de opacidad diferentes. ¡Pero cuanto mas variado y traslucido aparecía el mundo a mis ojos cuando llegara la noche siguiente! Sin embargo, contemplando la vista, se borro de mi mente cualquier pensamiento sobre el futuro. Me perdí en la inmensa majestuosidad del mar y en la luz rosa ígneo que, en aquel instante, llenaba el cielo infinito y cambiaba su azul.
(...)
Un numeroso grupo de pasajeros se había reunido en la ventosa proa del transatlántico para rendir homenaje a aquel momento. Allí  la brisa era sedosa y fragante. El sol anaranjado intenso, visible sobre el horizonte como un ojo curioso, se hundió rápidamente hasta desaparecer de las vista. Una explosión gloriosa de luz amarilla baño el vientre de las grandes masas de nubes en movimiento. Una luz rojiza se alzo mas y mas hacia el firmamento ilimitado y resplandeciente y, a través de esta magnifica bruma de color surgió el primer destello titilante de las estrellas."



El Ladrón de Cuerpos.
AnRice

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